Las luces tenues se ven desde afuera. El GPS indica que ya llegamos a carrer de Vallirana, 29, la esquina donde está ubicado El Petit Bangkok en Barcelona. Entramos. Las lámparas cuelgan del techo y además contrastan con las paredes amarillas y verdes, y las sillas y mesas rosas y blancas. La espiritualidad de Buda, símbolo de la cultura y religión predominante en Tailandia, se siente apenas entrar, pero es otro el elemento que hace despertar los sentidos: la mezcla equilibrada de olores y sabores que vienen de los woks calientes de la cocina.
Con permiso de las cocinas china, japonesa e india, la gastronomía tailandesa es una de las que más se hace notar en Asia. Además, es mi favorita. Se caracteriza por combinar sabores dulces, picantes, salados y amargos que provienen de ingredientes como la guindilla, el jengibre, el zumo del limón, el ajo, el cilantro y la salsa de soja. Una unión de elementos que conquista las papilas gustativas y generan un perfume que despierta el hambre.
Pocas ciudades en el mundo pueden garantizar una oferta gastronómica tan variada y apta a todos los gustos y presupuestos como Barcelona. Para los amantes de la cocina internacional, la capital catalana ofrece una experiencia gastronómica de primera calidad. Basta con recorrer la ciudad para descubrir nuevos restaurantes o bares empapados de diversidad cultural. En este sentido, en Barcelona hay tres Petit Bangkok: el de Vallirana, el de Balmes y el más nuevo, en carrer de Ávila, 87.
El arroz, lo más sagrado de la gastronomía tailandesa
El arroz es el alimento básico de los tailandeses. Las primeras muestras de su siembra en este país se remontan a más de 3.500 años a.C y fue este cereal milenario el que ayudó a desarrollar el país y transformó el paisaje con sus cultivos. A su vez, Tailandia es el mayor país exportador de arroz en el mundo, gracias a la construcción de un sistema de irrigación –en el año XX–, que les permite cultivar y recoger cosecha tres veces al año.
El arroz es tan fundamental y está tan arraigado en la cultura tailandesa que lo vinculan con actos religiosos, rituales para tener éxito e incluso, en el país la expresión “quiero comer”, se dice khin khao, que se traduce literalmente como “comer arroz”. En la carta del restaurante, hay dispuestos distintos tipos de este cereal para acompañar los platos de pollo, carne de ternera, de cerdo, cordero o langostinos.
El Petit Bangkok de Barcelona en tres platos
Este restaurante huele a arroz basmati y a cocina especiada. Tiene una carta muy detallada con un abanico de opciones desde sus entrantes, sus platos más fuertes y sus postres. En cada plato se combinan alimentos frescos como el calabacín o el brócoli con fideos o arroz frito cocinado al curry en los tradicionales woks asiáticos. Para quienes se decanten por las distintas opciones de curry, hay cuatro colores en la carta con cuatro grados de picante.
Para los platos fuertes se debe elegir una proteína: ternera, cerdo, pollo, langostino, tofu o sepia y luego se escoge el wok para acompañar. Es difícil elegir uno. Solo las descripciones y el aroma que se expande por todo el restaurante hacen que la boca se vuelva agua. Sin pensarlo dos veces, mi favorito es el kratiam prik thai. Lleva cebolla tierna en aceite de ajo caramelizado, pimientos y cilantro. Solo escribiendo esto ya estoy salivando. A su vez, el pad med ma muang también es delicioso. Es un wok con verduras salteadas, castañas y almendras.
Como primer plato el pad woon sen no te defraudará. Es otro plato que marca la esencia de la privilegiada cocina tailandesa. Puedo decir que es uno de los mejores platos que he comido en mi vida. Son fideos finos de soja que se deshacen en la boca, brócoli, setas, verduras crujientes y huevo. Para acompañar todo esto, siempre me pido una cerveza rubia tailandesa llamada Shinga.
Cocina tailandesa para vegetarianos en Barcelona
En este restaurante también hay múltiples opciones vegan friendly. Para comenzar, hay rollitos frescos hechos de pasta de arroz con verduras y menta fresca, está última provoca una mini explosión de sabor en la boca que refresca y limpia el paladar para el siguiente plato. También hay empanadas de setas, brochetas de tofu con salsas de ajo, cacahuates y especias. Si vas con hambre, hay woks de tofu y una mezcla sublime de distintas texturas y verduras cocidas.
La atención en el Petit Bangkok Barcelona
En esta reseña también destaco la atención de todo el personal. Siempre dan buenos consejos en cuánto a qué plato pedir. Conocen muy bien sus combinaciones y equilibrio de sabores dulces, salados, amargo y agrio. Cuando llegas te sientan rápido en la mesa (si has reservado previamente). Los platos salen rápido y humeantes. Puedes pedir picante extra y lo traen con gusto. Además, la atención telefónica es igualmente cálida y eficiente.
Sencillamante, el esmero del personal debe destacarse, pues no solo es la comida sino la calidad de la atención lo que me hace repetir en este restaurante. Mi favorito en toda la ciudad.
Cómo llegar
- Carrer de Vallirana, 29. Puedes reservar llamando al 640 847 254.
- Carrer de Balmes, 106. Reserva con el número 616 185 196.
- Carrer de Ávila, 87. Si quieres ir al local de Poblenou, llama a 93 18 77 805 para reservaciones.
- Carrer de Saragossa, 85. Se llama Thai Noodles del Petit Bangkok y es un espacio más pequeño, con decoración tailandesa muy sencilla. Conservan un menú especializado en noodles, pad thai, curry, sopas y helados de postre. Reserva llamando a este número: 930 170 301.
Nota: el horario de verano es de martes a sábado desde las 13:00 hasta las 16:00 h y desde las 20:00 a las 23:00h. Está cerrado los domingos y lunes.